MATERIALES UTILIZADOS EN LA CONSTRUCCIÓN
Todas las torres y lienzos pueden fecharse en la segunda mitad del siglo XIV y XV.
La técnica empleada en la construcción es la Mampostería, obtenida a partir de la mezcla de piedra, ladrillo, cal, arena y agua.
Si observamos una sección transversal de los muros, se certifica que se construyeron mediante un aparejo consistente en dos paredes verticales de sillarejo o mampuestos más o menos regulares, cuyo espacio interior se rellena con una gruesa capa de adobe ripios de diverso tamaño.
PUERTAS DE LA MURALLA
En la muralla de Teruel se abren siete puertas que podemos agrupar en cuatro principales y tres secundarias. Entre las primeras encontramos a la de Zaragoza, cuya primera mención documental es de 1185; la de Valencia, nominada por vez primera en 1245; la de Guadalaviar, mencionada ya en 1196 y, finalmente, la de Daroca. Entre las secundarias está el portal Nuevo, el de San Miguel (vulgo de la Traición o de Los Arcos), y el Postigo, al final de la calle Nueva.
Merece especial interés el Portal de San Miguel conocido como Portal de la Traición que tenemos a los pies de nuestro Centro de Interpretación.
LEYENDA DE LA PUERTA DE LA TRAICIÓN
La tradición de la ciudad la conoce como “la Puerta de la Traición” aunque su nombre es el Portal de San Miguel, porque por esta puerta el juez de la villa Gil Torres vendió la ciudad a los castellanos. Estuvieron desde 1343-1366, es la denominada guerra de los Dos Pedros.
“Se cuenta en la ciudad que durante la guerra de los Dos Pedros, un contingente castellano asediaba la ciudad de Teruel ya que era una ciudad muy bien amurallada y perfectamente defendida. Con el paso de los días empezaron a escasear los alimentos y la población comenzó a sentir miedo a ser aniquilados. Pero un juez de Teruel, temiendo ser torturado e incluso pagar con la muerte, decidió establecer un pacto secreto con el enemigo: abrirle el portal de San Miguel. El día tres de mayo, el día de Santa Cruz, las tropas de Pedro I entraron en la ciudad por el “Portal de la Traición” y Teruel, sin remedio, tuvo que rendirse, quedando bajo dominio castellano”.
El rey castellano quedó tan satisfecho con su conquista que decidió no tomar represalias contra los turolenses, incluso les permitió que siguieran con sus costumbres.
Antes de abandonar Teruel, el ejército castellano saqueó la ciudad y se llevó consigo los pendones y banderas que los turolenses habían conseguido en nobles batallas. Al enterarse el rey aragonés de la escasa resistencia, del saqueo y de los bienes usurpados por los castellanos, se enfadó tanto con el pueblo de Teruel que le retiró los Fueros. Pasado un tiempo y ante las súplicas de los turolenses, Pedro IV decidió devolverles los fueros. Quien no perdonó nunca al juez traidor fue Teruel, tampoco pudo aplicarle justicia por haber huido con el enemigo castellano.”